lunes, 16 de noviembre de 2009

ELEMENTOS DINÁMICOS Y TEMPORALES

Las denominadas artes espaciales (como la pintura o la fotografía) tienen una temporalidad real, pero menos evidente, y que debe ser percibida de modo diferente, al tiempo de una pieza musical o de una película. Al igual que en la composición musical o en el montaje cinematográfico también podemos descubir ritmo temporal en la imagen fija (una fotografía, un cuadro, una viñeta de un cómic, etc.), pero para apreciarlo hay que cambiar la noción de duración temporal por la de extensión espacial.

El paso del tiempo puede manipularse aunque las imágenes no tengan movimiento real. Obsérvese el siguiente ejemplo y compruébese cómo la gota de agua que cae del grifo actúa como un reloj que marca la duración de la acción (introducir la llave, abrir la puerta, dar la luz y pasar a la habitación)




Tomado de Eisner, W. (1996). El cómic y el arte secuencial,
Barcelona: Norma Editorial, p. 32

La distribución y el número de viñetas del siguiente ejemplo, permiten dividir la acción y dotarla de significación temporal. El lenguaje de los planos aumenta la dramatización del suceso ¿podríamos calcular cuando dura el comportamiento de Sopalajo? ...

Tomado de Uderzo y Goscinny (1969). Astérix en Hispania,
Barcelona: Círculo de Lectores

El ritmo en la imagen fija es la conjunción de dos componentes básicos: (a) estructura y (b) periodicidad, que se manifiestan en el espacio y en el tiempo a través de las proporciones entre sus elementos sensibles y la cadencia que determina la alternancia regulada de esos elementos.

Así, por ejemplo, en el siguiente cuadro puede observarse cómo las columnas del escenario donde se desarrolla la escena, separan en partes la acción descrita, marcando claramente un ritmo temporal. Esta observación se remarca con las pequeñas imágenes situadas en la parte inferior del cuadro, que reproducen escenas de la vida de la Virgen María a modo de viñetas de un cómic, dando una secuencia temporal a un conjunto de imágenes carentes de movimiento.

Fra Angelico. La Anunciación (1430-32).
Museo del Prado - Madrid

La tensión a la que nos referimos es sinónimo de deformación, no tiene que ver con la tensión como estado psicológico del creador o del observador de las imágenes. No hablamos de imágenes que generen tensión porque nos produzcan temor o miedo, sino de las imágenes que producen tensión porque ejercen deformación sobre lo representado.

Para entender el concepto de tensión es útil recurrir al mundo de la física: si estiramos con las manos una goma elástica sentimos una fuerza en sentido contrario al movimiento que describen nuestro dedos y proporcional a la distancia que los separa. La tensión se produce por la tendencia de la goma a restablecer su estado original.


La tensión en la imagen debida a la deformación se explica a partir de dos propiedades, que la definen:

1. Una fuerza visual: el valor de la actividad plástica de la tensión es directamente proporcional -en el caso de que se produzca por una deformación- al grado mismo de deformación;

2. Un eje de tensión: describe la dirección y el sentido del restablecimiento del estado natural del elemento deformado.

El Guernica de Picasso es un ejemplo paradigmático del uso de la deformación para generar tensión en la imagen. Además, el uso de este elemento dinámico potencia el carácter trágico de la escena representada: el horror de la guerra.


Factores plásticos generadores de tensión (derivados de la deformación)

· Las proporciones. Se puede afirmar, de modo general, que toda proporción que se percibe como una deformación de un esquema más simple producirá tensiones dirigidas al restablecimiento del esquema original en aquellas partes o puntos donde la deformación sea mayor. Un rectángulo es más dinámico que un cuadrado porque posee una estructura de proporciones más tensas que las del cuadrado.


· La orientación oblicua es la más dinámica de las orientaciones espaciales y todas las formas u objetos que se representen oblicuamente ganarán en tensión.


· La forma. Cualquier forma distorsionada produce tensiones dirigidas al restablecimiento de su estado original, tal como sucede en la alteración de las proporciones. Así, una caricatura mantiene intacta su estructura, ya que de lo contrario no se reconocería al personaje, pero tiene alterados sus rasgos de forma. Algunos ejemplos para producir tensión a través de la forma:

Formas irregulares, asimétricas y discontinuas son más tensas que las regulares, simétricas y continuas.


Formas incompletas producen tensión al orientar al obsevador hacia el restablecimiento de la totalidad.

Alineación a la izquierda Formas escorzadas son más tensas que las representadas
proyectivamente.

Formas no estandarizadas o no normativas son más tensas que las convencionales.

Formas sombreadas y con textura son más dinámicas que las formas limpias.


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